martes, 15 de junio de 2021

Preso de 4to tipo

 

Depongo mis armas y que cesen las escaramuzas

Hondeo la bandera blanca,

El otrora guerrero hoy prisionero.

 

No me quedo más remedio que capitular

Contra las tuyas armas no tengo con que luchar

Ni valdría la pena morir en fútil resistencia.

 

Ahora condúceme a tu calabozo

No ofreceré resistencia

¿acaso me torturarás?

harás que grite a viva voz

Que cambio mi credo por el de vos.

 

Mis uñas y dientes quiero conservar

Deja las herramientas, voy a confesar

Ya podría ser tu prisionero a cielo abierto

Te podría esperar sentado a las puertas de El Dorado

Incluso te guardaría las llaves de estas cadenas

                                                                Si me las confiaras

 

Esta que levo es una prisión es de otra esencia

Va rayando en síndrome de Estocolmo

Encuentro cercano de cuarto tipo

Mas allá de la moral y la ciencia

 

Depuse mis armas y hondeé bandera blanca

menos mal no la deje en el campo y me vine con ella

así en esta cárcel al descampado sin paredes ni rejas

podemos hacer conjuras bajo ella a la luz de las estrellas


viernes, 20 de mayo de 2016

Estela



Fue ayer cuando la vi, mi primer instinto fue detenerle.
Quedé paralizado un momento. ¡Dudé!
Mis sentidos me engañaban. ¡Quizá!


Tube que acariciar sus manos
Tuve que apretar la geometría perfecta de su cintura
Pero fue cuando nade en su sonrisa que caí por tierra
¡Era ella!


Sus ojos eran los mismos
Y me miraron como aquella noche de primavera
Era su voz la que brotaba de aquellos labios aun los mismos
Que acallaron de inmediato las fieras en mis abismos.


Pasó como un cometa de órbita incierta
Quise atraparla iluso pero era yo el prisionero
En mis manos tuve su rostro y se desvaneció entre mis dedos.


Apresure a besarla antes que desapareciera
Pero se había perdido en sombría noche sin esperanza ni estrellas
Solo quedo en mi el beato aroma que dejó su estela
Y mientras en la noche se iba perdiendo
Asi mismo iba yo muriendo.







jueves, 7 de mayo de 2015

Soñar


   Encallan mis sueños en tu pelo todas las noches y yo feliz los abandono para deslizarme hasta tu oreja y cantarte mi devoción, luego me dejo rodar por tu cuello sintiendo tu sangre tibia, tu respirar y tus latidos. Te contemplo un rato, te doy un beso en la nuca y despierto a mi vida con ansias de volverme a dormir.

Frustracion

Trate de extraerle versos a la pluma sin éxito alguno. La agite, la solté, la volví a tomar, amenace con no volver a escribir mas y hasta a tome con la mano derecha.

Obligue a las palabras que se combinaran en en versos y de mala gana me dieron frases sin sentido.

    El péndulo y tu boca...
        los abrazos de agua dulce...

Renuncie, me di cuenta que hoy no era noche de escribirte versos a pesar de que miles de cosas se me agolpaban en el pecho y en las manos y en los ojos, las lágrimas.

Solo puedo confesar que

    Te veo como el mendigo desnudo y descalzo que empaña  con su aliento los cristales de los escaparates donde ríen bien vestidos y cínicos  los maniquíes -los que tienen cabeza-.

domingo, 3 de mayo de 2015

Juramentos de Luna llena




La luna llena, aguda sobre el cielo sureste tornaba la mar en plata, y de un blanco celestial la espuma sobre las crestas de las olas promiscuas que se precipitaban contra las peñas.

Nos supimos perdidos desde el momento en que nos embriagamos de mar y Neptuno mojo nuestros corazones descalzos. Las viejas tablas del muelle cuchicheaban y crujían versos, conjuraban.....

 

La alquimista luna y su luz de plata....
La sinfonía del mar atrapada en tu pelo...
Las olas sin pudor entregándose a las peñas...


Los besos empezaron tímidos, sinceros y blancos. Blancos como la espuma sobre las olas. Los besos se humedecieron, se aceleraron y hablaron su propia lengua, derritieron los casquetes de nuestras manos, desafiaron a Neptuno y vaciaron su propio océano que la luna gustosa transmuto en plata. Y nos puso en medio como un atolón de realidad en medio de este mar de espejos.

 

Tus manos; único punto fijo del universo...
Los besos, autónomos...
Tus manos tomándome de lienzo...
 
Susurramos mil te quiero...
Los corazones descalzos juraron imposibles
Mientras la Luna solemne
aguda en el cielo sobre nuestro mar de plata
a cada invocación parecía responder Amén.



Juramentos de Luna llena en Scribd

jueves, 16 de abril de 2015

Ciclo de Senizas

Escuela de Fotografía ITSC


Cruje el carbón y chispea
por la acción de la incesante llama. 
Cruje el carbón y no desea 
que el suplicio acabe 

En silencio el carbón chispea y desea  
que la llama lo mate, 
que torne su tosca dureza 
en cenizas grises y suaves 

Que venga el fuego expiatorio 
a su realidad negruzca
y borre el recuerdo de aquel tronco 
que alguna vez reverdeció. 

Venga el viento redentor 
de inmediato ido el fuego 
esparza las cenizas 
formen bosque nuevo. 
y reverdezcan las  hojas 
hasta que sean carbón de nuevo.

viernes, 27 de febrero de 2015

Odio3

Odio3
Salí del metro sin saber que había muerto, me lo dijeron al salir, cuando reaccione y mire al rededor ya todo era insípido.

Te llame pensando que aun no había muerto pero en mi pecho ya comenzaba a sentirse el frío. Cerré los ojos y los abrí, mas no note diferencia alguna. Wow mis primeros cinco minutos de muerto fueron los mas difíciles de mi..... muerte.

Te escribí porque a los seis minutos aun hay esperanza pero el teléfono sordo solo mostró su gran reloj como ansioso de decir “Hora del deceso 1633 horas.
Camine como si aun estuviese vivo por las calles que una vez estuvieron vivas y ahora van adquiriendo ese tono grisáceo, de granito y de mausoleo propio de las necrópolis y ese olor fétido propio de todo lo expirado.

Te odio, te odio, te odio Decía el acta de defunción. Y no había otra forma de leerla mas que pausada y solemnemente, como quien lanza una maldición.
Tres 'te odio' que me abrieron tres boquetes en el pecho. Ninguno sangro, todos estaban fríos y ni idea de donde se alojaron los proyectiles probablemente en el alma pero ya que caso tiene.

Cuando exhale el ultimo suspiro no sabia que mis pulmones no volverían a conocer el aire, cuando dije te quiero no sabia que era el ultimo, cuando sonreí risueño con el corazón prendido en esperanzas sentado en el ultimo vagón no sabia que la muerte se había sentado a mi lado y correspondido mi sonrisa.

No se cuando empecé a morir realmente, solo se que cuando la escalera eléctrica me vomito ya el sol no brillaba, solo tenia la voz de la contestadora como garantía de tu desprecio y esos 'te odio, te odio, te odio' que me habían abierto tres malditos boquetes en el pecho.